Pesadilla en el instituto. Capítulo final


      ¡Uf, uf, uf!, ¡vaya pesadilla,...!. Menos mal que he despertado. Aún estoy sudando, la cama empapada, retuerzo la sábana y parece el río Ebro, ese río que tanto deseamos los murcianos. Creo que tengo fiebre, aunque mi madre no está, tomaré la leche con una aspirina para recuperarme. Claro, esto de recuperarme, será si puedo,... los pensamientos, no siempre logro controlarlos, juguetones corren y se cuelan en los sitios menos agradables. En este momento vuelven otra vez con la misma retórica- el colegio- ¡qué aburrimiento!. ¿Será verdad lo del Conserje?. No me lo termino de creer.

     Desvarío,...¡Uf!, ¿todo es un sueño ó es la verdad?. La profesora me ha llamado tres veces la atención, dice que me entretengo con una mosca, pero ¿qué mosca ni qué moscardón?, con los sueños que he tenido, no puedo escuchar, dudo, mezclo la realidad con lo onírico, a la profe con el Conserje, a Elisa con...¡madre mía! A esta no la puedo olvidar, pienso en ella sin parar, mi cabeza gira, da vueltas a lo mismo, parece un tiovivo, un columpio, una feria, llena de locos pensamientos que como niños suben y bajan a la velocidad de la luz en todas las atracciones, asustados, riendo, mareados y sin saber con certeza dónde están. A veces les pongo alfombra roja y les dejo pasear durante horas en lo lugares menos adecuados.

      El profesor de matemáticas esta mañana ha mandado un examen para la semana que viene, ¡veremos a ver si llegamos vivos!, he dicho a la clase en tono irónico: ¡ja,ja,ja,ja...!. A pesar de ser una broma, el profesor se ha cabreado. Yo me vengo de él, de la única forma permitida a una alumna , rumiando  en silencio los adjetivos que tiene más que merecidos:¡ exigente, serio, amargado, renegón, cabeza cuadrá, rompesumas, sabelotodo…!.Reaccionó como siempre, cara interesante y  preguntó , ¿ me gustaríaaaaa  sabeeeeeer porqué piensasssssss eso?, no entendía a qué se refería, si al sueño o lo que pensaba sobre su persona, por tanto, le respondí lo de siempre, lo que le contestaba  todos los días, ya que nunca lo entiendo “ POR NADA”. Su respuesta también fue la  habitual...¡ Vale, pues seguimos con las matemáticas!.

   Desconecto de nuevo de las mates, vuelvo a pensar en Carlos el Conserje, esta mañana al saludarle no me respondió como suele hacerlo cada día, observo su mirada asustada, tristísima, pálido, un poco tembloroso, quizá mal. Algo le ha ocurrido. ¡Uf!,. El “ profe” sigue en su mundo, explicando, afanado tiza en mano, sin apenas mirarnos repite, “binomios, trinomios, cuadrinomios, cinquinomios,…”, menos mal que me libera el timbre del recreo, su “riiiiinnng” se acopla a mi oreja como la música de “Andy y Lucas” que tanto me gusta. Como una flecha salgo disparada en dirección al Conserje, al ver la velocidad con la que me dirigía, sus ojos al contrario de la mañana, se abren como platos, sorprendido  por mi rapidez.
                                              
      En el patio todos mis amigos de nuevo hablan del mismo tema: ELISA. Les he pedido que entierren ese sueño y ese nombre, los sueños amargos mejor olvidarlos, propongo que  juguemos al fútbol y al baloncesto aunque perdamos por malos, la recompensa es que por fín ¡estamos llegando a la última semana de colegio!. 

    -¿Qué te pasa Carlos? - le pregunté.

Me respondió: -Nada, he soñado con Elisa.   ¿Tú también?
- Sí también.
Volvimos a mirarnos como dos cómplices en la lejanía, penetrando en lo más recóndito del pensamiento del otro.
  En mi sueño, Alma, en mi tortuoso sueño, Elisa se me aparecía todas las mañanas en silencio, con mirada atenta, amenazante, gesticulando, inserta en una atmósfera densa, acosada por fuertes vientos que levantaban su falda y hacían crujir sus huesos. Así un día, otro día, silencios, esperas...al final su amenaza “lo pagaréis todos”. El pánico me encoge, mis ojos se contraen, me sumerge en la más oscura noche al intentar recuperar la luz, todo permanece en tinieblas, crece mi miedo. Tropezando con los muebles, me dirijo al cuadro de luces, ¡menos mal!, consigo pulsar la llave y como un milagro, todo se ilumina.

  Antes de encender las luces, la habitación estaba llena de niños que gritaban a coro “las puertas están atracandas”, “ no se pueden abrir”. Los profesores, ansiosos, los envían al sótano. Cuando bajamos los de mi clase acompañados de nuestra profesora, todo el mundo chillaba. Saltaron las alarmas, pensaban que era fuego, todos menos nosotros, que sabíamos que era Elisa.


   Una nube blanca, brillante, comenzó a descender, se produjo un silencio inquietante. La nube comenzó a abrirse y en el centro, una niña de pelo largo y liso, con voz de ultratumba decía “ no os quiero hacer nada, nunca fui feliz en este mundo, vuelvo a rectificar mis errores”y empezó a contar:....Cuando yo era joven, Carlos el Conserje me amaba, a mí él no me gustaba hasta que un día me secuestró y no pude tolerar la soledad y el aislamiento, vosotros no me habéis hecho nada, pero Carlos no actuó bien.

   Vuelvo porque necesito comprender lo que me sucedió, reconciliarme con Carlos que sé que está muy  arrepentido de lo que hizo. Para que este milagro se produzca, necesito vuestra energía, debemos imaginarnos todos, un mundo  justo,  solidario, valiente, crítico, amoroso, sabio y sensible, en el que todos podamos  reír, compartir y conseguir ser felices.

Cuando abrí los ojos .TODO ERA UN SUEÑO.Alma estaba en la pisicina con su primo Carlos.


Autores:  Grupo de Apoyo de Compensatoria 1º y 2º E.S.O. del IES José Planes (Espinardo)
- Francisco José Orenes Lucas,
-Juan José García García,
-Jordy Guillén Hortelano,
-Juan Jiménez Espín,
-Diego Santiago Díaz
- Francisco Segovia Peralta
Profesoras: Mª Dolores Martínez y Olga Tolosa

2 comentarios:

  1. Hola soy Sara!! El final me ha gustado pero más vosotros que salís muy guapos hijos jajaj la chica no eh:D Venga un beso:))

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  2. Hola soy Soraya y me ha gustado vuestro final pero mas vosotros jejeje

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